miércoles, 27 de abril de 2011

"Herramientas"

Para llegar a ser abuela, obviamente, he tenido que pasar por mi etapa como madre y ese es mi punto de partida para responder a la pregunta que hoy me hago: ¿Cuál ha sido el mayor reto como abuela?
Como mamá contaba con un gran número de herramientas para lograr “encausar” la voluntad, a veces bastante testaruda, de mis hijos. Y las opciones iban desde el incentivo de un premio hasta una convincente nalgada, pasando por un abanico de posibilidades. Al final, la mayoría de las veces, logré que obedecieran y se sujetaran a mi autoridad.
Ahora, mis alternativas no incluyen métodos que transgredan mis funciones y límites. Aunque coincido en que los abuelos no están para educar, difiero con la idea de que sólo estemos para consentir o malcriar. Lejos de eso, tengo la convicción de que la manera de apoyar en la formación de nuestros nietos es nuestra capacidad de influenciar. Y, ¿cuál es la herramienta más poderosa para ello? ¡El amor!
Un berrinche, un momento de mal humor o una necedad que la mamá resuelve con un buen grito, la abuela debe encontrar la manera de solucionarlos conciliando amorosamente y eso, sólo se logra a través de la influencia dentro de una fuerte y estrecha relación de amor.
Supongo que no soy la única abuela que ha escuchado el reproche de su hija o hijo por la alianza que tiene con su nieto y sólo puedo abogar, pidiendo un poco de gracia, que nuestra principal herramienta es el vínculo de amor con nuestros nietos.
Ahora que lo pienso. . . ¡Qué fácil puede resultar ser mamá!

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